Mi nombre es María Nací en Italia Soy voluntaria de Vida Nueva Huesca Lea mi testimonio
Dios nos ama y tiene un plan bueno y perfecto,
preparado de antemano, para cada uno.
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Un día entendí que Dios no es una religión, Él es real. Su Palabra, poderosa y actual, es como un libro de instrucciones que alumbra nuestro camino.
MI TESTIMONIO
Me llamo María , tengo 50 años y soy italiana. Vivo en Huesca desde hace 27 años con mi marido y nuestra hija, que nació en el 2001.
Nací en una familia católica. Mis padres me llevaban a la iglesia cada domingo.
Recuerdo siempre haber tenido ese temor santo que me llevaba a agradar a Dios, a vivir la vida con rectitud y desechar lo que no era de su agrado. Pero yo no conocía su Palabra , ni tenía una relación personal con el Padre. Tenía muchos miedos y temores.
Cuando era novia, del que ahora es mi marido, íbamos juntos a la iglesia los domingos. De hecho, nos casamos delante del Señor.
Vinimos a vivir en España y nos años después, él se convirtió y conoció al Señor. Por un tiempo seguí yendo sola a la iglesia católica, y con mi marido a los cultos en la iglesia evangélica de Huesca.
Sin embargo, un día entendí que Dios no es una religión. Él es real. Su Palabra, poderosa y actual, es como un libro de instrucciones que alumbra nuestro camino.
Así que le recibí dentro de mi corazón. Entonces entendí algo fundamental: lo que es la Vida Eterna y el Amor.
Dios es Amor y en Él no hay temor.
Desde entonces Él me sostiene y me da las fuerzas que necesito cada día. Él llama a la puerta y espera que le recibamos. Nos ama y tiene un plan bueno y perfecto, preparado de antemano para cada uno.
El ser voluntaria del centro Vida Nueva forma parte de Su plan. Por eso soy una privilegiada porque Él me ha elegido para el avance de su obra. Mi vida está en sus manos. Él tiene el control de todo. ¡Su misericordia es grande! En Él vivo confiada, y a Él le doy la gloria siempre.